Empieza la segunda semana y poco a poco se va encarrilando
todo, tanto Raquel como yo estábamos de acuerdo que estábamos hechas con la
ciudad y que pocas dificultades podríamos encontrarnos (pobres ilusas). Hasta
el día que decidimos sacarnos la tarjeta del transporte público.
Sé que muchos pensaréis, “Que complicación si solo es
sacarse una tarjeta”, y eso pensábamos nosotras hasta que nos pusimos manos a
la obra para conseguirla.
Primero de todo necesitábamos encontrar un lugar dónde
hacernos fotos de carnet, le preguntamos a nuestras tutoras de prácticas si
sabían de algún sitio cerca del centro y nos dijeron que sí, que en el Centrum
(que es donde está la estación central de metro y de tren) seguro encontrábamos
uno.
Nosotras todo convencidas de que no sería demasiado difícil
encontrar un fotógrafo o ni que fuera un fotomatón. Pues después de preguntar a
varias personas, recorrernos todo el centro comercial de Centrum y la estación
de tren, (después de 1h buscando, desesperadas estábamos ya) en una esquina de
los callejones del metro había una tienda con un letrero enorme que ponía FOTO
(¡¡¡Esa es la nuestraaaaa!!!).
Por suerte nos atendió una chica muy maja que
sabía inglés y nos sacó las fotos.
Primera cosa conseguida.
Vamos a por la segunda.
En Varsovia si eres estudiante te hacen un 50% de descuento
en la tarjeta, pero para eso evidentemente tienes que demostrarlo.
Así que como
somos extranjeras teníamos que sacarnos la tarjeta de estudiante, que te la
hacían en un pequeño establecimiento al lado de una de las universidades de la
ciudad, hasta ahí todo fácil.
El problema vino cuando miramos el reloj y quedaban 40
minutos para que cerrarán y nos encontrábamos a 35 minutos de allí, eso si no
nos perdíamos. Efectivamente, cogimos un autobús para ir hasta “Almantur” (la
oficina donde hacían la tarjeta de estudiante) y a la tercera parada nos dimos
cuenta que nos habíamos equivocado de autobús.
A todo esto el reloj corría y ya solo nos quedaban 30
minutos para que cerraran, bueno miramos el GPS y la próxima parada del autobús
que nos llevaba, estaba a unos 20 minutos andando y una vez en el autobús
llegábamos en 4 minutos (según google). A todo esto llegamos a la parada del
bus y venía con 10 minutos de retraso, nuestro pensamiento fue, “evidentemente
no llegamos, pero bueno ya que estamos, vamos a intentarlo”.
Total nos subimos al autobús, bajamos, echamos a correr y
llegamos a menos 3 minutos de que cerraran. Entramos al establecimiento
jadeando a causa del sprint y efectivamente el chico nos dice que van a cerrar,
pero para nuestra sorpresa y siguiendo la regla de que los polacos son más
majos que las pesetas, nos hizo las tarjetas.
Segunda cosa conseguida y sólo nos quedaba la última pero la
más importante, encontrar la estación de metro dónde hubiera una oficina en la
que hicieran la tarjeta. Bueno está parte, después de toda la tarde pérdida,
fue la más fácil.
Llegamos a la estación de metro, encontramos la oficina, nos
tomaron los datos y todo lo que necesitaban y por fin ya teníamos oficialmente la tarjeta para el
tranvía, metro y autobús para los tres meses.
Nadie dijo que fuera fácil pero quien la sigue la consigue.
Ante los retos es cuando más se activan nuestras neuronas y cuando más se aprende. Y tras conseguir ese reto la satisfacción es increíble. Felicidades x conseguir cada nuevo reto. Te Quiero Mucho, disfruta
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